¿Qué me habrá querido decir?

El otro día llegué a mi casa y mi pareja me había dejado un regalito sobre la cama:
Un ramo de tres rosas rojas, apoyado sobre un paquete que contenía una balanza.
Ayúdenme a descifrar el contenido simbólico de tal combinación de regalos, por favor.
¿Será acaso “te amo mucho (rosas rojas), pero no amo los 10 kg que subiste desde que estás conmigo (balanza)”?
Apreciaré sus commentarios para poder tener más claridad al respecto.

Jugar con tu cuerpo

Jugar con tu cuerpo
es mi deporte favorito
y cuando hasta él llego
el mío conoce el regocijo.

Jugar con tu cuerpo
después de un día fatal
es descubrir por fin
que valió la pena esperar.

Jugar con tu cuerpo
doblegando tu seriedad
es conquistar tu tierra
para hacerte mi propiedad.

Jugar con tu cuerpo
hace que nuestro amor
en una nube se evapore
y rocíe después nuestro interior.

Jugar con tu cuerpo
no es jugar con tus afectos
porqué sabrás que yo, jugando,
es cuando más te tomo en serio.

Jugar con tu cuerpo
es descubrir mundos nuevos
porque vos y yo
estando juntas renacemos.

Jugar con tu cuerpo
es mejor que todo juego
y no encontraría otro mejor
si naciera de nuevo.

¿Pidieron más revelaciones?

Revelando más aspectos de mi vida, les cuento con alegría que desde hace tres años y cinco meses vivo con otra mujer, de la que soy pareja hace dos años y siete meses. Estamos muy bien juntas, y tenemos muchos proyectos en común para el largo futuro que esperamos tener.
Esta noticia está dedicada a los que me pedían más revelaciones y más posts para conocerme mejor.
Se escuchan comentarios, sugerencias, detracciones, etc. Los espero desde este lugar del mundo lejano a mi querida Argentina, por supuesto que siempre sin dejar de ser Nativa y por opción.