21.7.05

A río revuelto...

Cuando un río desemboca en el mar, se da un fenómeno extraño: una zona de aguas revueltas, que no son ni dulces del todo, ni saladas del todo. Agua salada y dulce a la vez, y además, revuelta, embarrada, turbia...
A veces me siento agua de desembocadura: soy un poco de cada tipo de agua, comprendo a las dos aguas, me llevo bien con el mundo del río y con el mundo del mar, ambos me sienten parte suya... Pero yo no termino de estar de ninguno de los dos lados. Estoy siempre en el medio.
Porque si me decido por uno de los dos, tengo que abandonar al otro, y así cercenarme una parte mía. Prefiero vivir en esta disociación neurótica de ser de dos mundos y de ninguno a la vez. Es mejor ser de dos mundos que de ninguno, y es mejor estar dividida que cercenada...
Pero ¡pucha que duele estar en el medio!
El día que mis dos mundos se reconcilien, si eso fuera posible y real, yo dejaré de sufrir. Tal vez la vida se vuelva aburrida en ese momento, no lo sé, pero hoy lo desearía.

14.7.05

Revelaciones II

Revelando un poco más mi vida, hoy toca otro aspecto de ella: mis estudios.
Elijo este día especial para hablar de ellos, ya que hoy dí el último examen de la última materia de la última carrera que pienso estudiar en mi vida. Fue un poco particular, porque era un examen libre. Resulta que nunca congenié con los horarios de esa asignatura, así que me acogí al artículo 44 del reglamento de mi Universidad, y solicité un examen libre para mi última materia. La estudié en dos días y medio, pero eso no importa, además ni se notó. Me tomaron escrito y oral, y me defendí súper bien y salí airosa.
Lo importante es que ya la parte teórica de mi carrera está aprobada, ahora me falta hacer la práctica profesional, que acá (en el país no-argentino en el que vivo) se le da mucha importancia; y la tesis de licenciatura, que a mí me interesa hacerla bien.
Se supone que en marzo me podrían estar dando oficialmente mi título, eso si tengo todos los papeles en regla y no pasa nada extraño.
Me parece un poco increíble todo esto, aún no caigo mucho, pero en fin: ESTOY DE VACACIONES!!! por lo menos de estudio, porque de laburo me quedan dos días aún.
Bueno, eso quería compartir con Ustedes.
Ah! La carrera que estudié, se las cuento otro día. Muchas revelaciones juntas no se disfrutan.

3.7.05

Argentina campeón desde el País de No-Argentina

Este sábado tuve la alegría y tristeza a la vez, de ver por televisión la final del Mundial sub-20 entre Argentina y Nigeria. Tristeza, solamente por no tener con quién gritar los goles o a quién apretujarle la mano cuando los africanos llegaban en 2 segundos al área argentina ¡qué manera de correr los negros grandotes esos!
Bueno, alegría, por el triunfo, por poder verlo, porque justo había terminado esa semana con mis exámenes y obligaciones, y podía sentarme sin remordimientos a disfrutar del fútbol nacional, porque después de 16 días nublados había salido el sol y entraba por mi ventana, lo que hacía más placentero el momento...
Pero sobre todo, ver ese partido y ver después el noticiero del país donde vivo, me reafirmó una vez más el orgullo nacional, porque después de años de estar en este otro país, sin darme cuenta empiezo a pensar en algunas cosas como ellos, y me olvido de cómo piensa un argentino. Por lo tanto, me dí cuenta de la hazaña que significa que mi País haya ganado por quinta vez el Mundial Juvenil (superando a Brasil que tiene cuatro victorias), y comprobé una vez más lo dicho en el primer post de este blog, sobre El país de No-Argentina
Me dí cuenta de que es algo especial ser argentina, y me sentí muy pero muy bien con eso. Sé que aunque nunca más vuelva a vivir a mi país (cosa que no sé si será así), lo que es seguro es que no dejaré de ser Argentina y de tener la impronta que eso significa.
Y eso me llena de orgullo del bueno. No de soberbia ni de superioridad estúpida. Me hace sentir muy bien y agradecer el destino de haber sido creada con alma argentina, y además, de casualidad, haber nacido en Argentina.
Los argentinos valoramos poco eso, sobre todo cuando estamos en Argentina y vemos "la otra cara", todo lo que no funciona como debería. Pero no olvidemos nuestro potencial, que también es parte de la realidad.